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lunes, 7 de marzo de 2011

Las mujeres Ni más ni menos sino igual

El rol de las mujeres en el mundo, ha transitado favorablemente, mirar a siglos pasados es recordar a una mujer que era tratada como menos, siempre en desventaja con el fabuloso del sexo fuerte “el masculino”, Aveces mutiladas, vejadas y hasta minimizadas en nuestros sentimientos con una sociedad que nos señalaba como menos, por ser las que llevamos la carga biológica y familiar mas pesada.

El transcurrir del tiempo y la necesidad de ser entendidas como entes importantes trajo consigo décadas atrás un sentimiento de ímpetu en el que se entendía que las mujeres éramos mejores que los hombres, pues podíamos trabajar fuera de casa con éxito y dirigir el hogar correctamente, sumado a esto llegaron grandes cosas como la llegada al espacio exterior en 1963 de Valentina Tereshkova la primera mujer en lograr esta proeza y otras relevantes hazañas que enaltecieron el rol de la mujer, sin embargo este pensamiento de percibirnos como mejores hizo que muchos hombres concibieran que no tenían cabida en la vida de estas mujeres brillantes y esto trajo a la postre divorcios, soledad y abandono, y creer que las mujeres somos mejores no solucionó nuestros sentimientos de no ser entendidas y valoradas.

La mujer, está donde le corresponde. Millones de años de evolución no se han equivocado, pues la naturaleza tiene la capacidad de corregir sus propios defectos. Expresión de Albert Einstein ,  Y realmente las mujeres estamos donde tenemos que estar en un sitial en que ya somos respetadas como iguales, y decimos iguales porque no evocamos lastima o que nos vean como débiles o incapaces,  de avanzar o obtener nuestros objetivos tampoco acariciamos el rol de súper mujeres que todo lo pueden; por que somos mejores.

No se hace imprescindible un día al año para recordar que las mujeres somos iguales, solo basta con observar con que ahínco trabajan en las aulas, oficinas, hospitales y donde quiera que hagamos presencia. Las mujeres afirmamos que ya no necesitamos extremos la capacidad y entereza que hemos demostrado en nuestras vidas, no permiten ser asumidas como iguales, no por moda o capricho, solo por justicia.

La mujer de hoy, no la joven o la profesional destacada, la mujer que trabaja en la calle, la que realiza una labor poco convencional o la que trabaja en el hogar, se ha levantado haciéndole entender a los que la rodean que ella es igual es igual porque asume, cuida y lucha como el que mas para alcanzar sus metas, es igual porque no opaca al hombre al contrario lo asume como su compañero.

El trayecto ha sido largo y los feminicidios están ahí, también la marginación laboral y social, no desaparecemos las que a diario son vejadas en su orgullo propio verbal, sexual o socialmente, hay algo diferente la mujer de hoy sabe que es igual y esta dispuesta a demostrarlo no con gritos o manipulación, quiere y lo esta haciendo todos los días con capacidad y empoderamiento. Pues sabe que la gloria y el éxito no son para las que se rinden, es para las que saben que Dios es su fuerza interior y que esa fortaleza la lleva a sus objetivos.

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