Vianna Medina Familia,
Elizabeth Mora Adames.
Para
la familia especialmente para los padres, el tema de la “adolescencia y
sexualidad” ha tomado cierta trascendencia en los últimos tiempos, en virtud de
los problemas que se suscitan en torno a la toma de decisiones irresponsable e
inconsciente por parte de los/as adolescentes, afectando su desarrollo pleno en
el orden físico, psíquico e intelectual.
Vista
esta situación preocupante por demás, se ha convertido en un problema de connotación
social, ya que cientos de jóvenes enfrentan a diario dificultades relacionadas
con infecciones de transmisión sexual, embarazo no deseado, aborto; además, de
los problemas de salud como la bulimia, anorexia, y otras situaciones de riesgo
que le restan calidad a su vida.
Sin
lugar a dudas, entendemos que la adolescencia es una etapa crítica por la que
atraviesan los individuos como parte de un proceso evolutivo y dialectico. Es
una metamorfosis donde sus hormonas desempeñan un rol que lo conmina a cambios
involuntarios, pero percibibles desde el punto de vista físico, psicológico y
conductual. Estos cambios están asociados directamente a su sexualidad y se
ponen de manifiesto en el comportamiento, en sus emociones, sentimientos e
intereses que les son propios de la edad en correspondencia con su grupo de
pares.
Ahora
bien, el dilema está, en si los/as adolescentes deben recibir una educacion en
torno a su sexualidad o no. ¿Sobre quién debe recaer la responsabilidad, sobre
los padres o sobre la escuela?
En
nuestra opinión, consideramos que los primeros no cuentan con los
conocimientos, ni las estrategias pertinentes para el abordaje del tema, aunque
no deja de ser una responsabilidad compartida, mientras que la escuela cuenta
con los recursos humanos, teóricos y los materiales para implementar procesos
formativos que garanticen el desarrollo de una sexualidad plena y
placentera.
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