Por
Licda. Rosa Checo
“Ni los dedos de la mano son iguales”, así
reza un refrán del argot popular, el cual puntualiza la verdad de que cada ser
humano es único, distinto, aunque procedan de un mismo padre y/o madre, aún los
gemelos tienen rasgos de la personalidad que les distinguen entre sí. Teoría
sobre el efecto del orden de nacimiento en la personalidad.
La teoría de la personalidad propuesta por
el psicólogo Alfred Adler considera que el orden de nacimiento de la persona
dentro de una familia –ser mayor o menor que los hermanos- crea en la niñez
condiciones diferentes que pueden influir en la personalidad.
El Primogénito. Por lo general los padres se muestran muy entusiasmados
con el nacimiento del primer hijo y le dedican tiempo a todos sus detalles, por
consiguiente este hijo tiene una existencia “feliz” hasta que aparece el
segundo hijo.
Los
primogénitos, generalmente, adquieren un interés inusual en mantener el orden y
la autoridad, pueden tornarse hostiles hacia los demás.
El segundo hijo. Desde el inicio, el segundo hijo tiene un marcapasos: tiene el ejemplo permanente del comportamiento del hermano mayor como modelo, amenaza o fuente de competencia.
El hijo menor. Motivado por la necesidad de alcanzar a sus hermanos mayores tiende a desarrollarse a una velocidad sorprendente y a menudo se destaca en cualquier trabajo que emprenda en su adultez. Sin embargo, puede ocurrir lo contrario si se le consiente en exceso.
El hijo único. Los hijos únicos suelen madurar pronto
y manifestar comportamientos y actitudes adultas.
Por otro
lado, no han aprendido a compartir ni competir y si sus
habilidades no les proporcionan el reconocimiento y atención suficientes, es
probable que lo sufran terriblemente.
A manera de conclusión. A diario demasiadas
relaciones entre hermanos se están quebrando, debilitando por múltiples
razones.
Es muy
probable que necesites perdonar a tus padres por la preferencia que mostraron
hacia uno de tus hermanos o hacia ti mismo. Perdonar si por causa de tus
hermanos te llegaron a castigar sin razón y viceversa.
Paso de
acción sugerido: escribir una carta de validación en torno a alguna actitud
positiva que tu/s padres y hermano/s hayan mostrado a la familia, enfocando el
valor que tienen cada uno de ellos como seres humanos (seres con fortalezas y
aspectos a mejorar). Se recomienda la entrega de esta carta a sus respectivos destinatarios.
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