La familia
es la cementera de los valores morales, por tanto en el hogar es que debemos
enseñarlos, es una institución divina, por ende debe ser dirigida por Dios
quien la instituyo.
La primera educación que
recibimos es la que proviene de nuestros padres, la familia tiene un papel
fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje y formación de los hijos/as,
puesto que de ello depende que en el
mañana sean personas aceptadas por si mismos/as y por la sociedad. La educación no solo se produce a través de las palabras, pues está presente en todas
nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
Los valores son
las normas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de
acuerdo con aquello que consideramos correcto. Hay algunos valores
fundamentales que todos los seres humanos debemos tener presentes, asumir y
cumplir, para poder convivir unos con otros, como es: honestidad, confianza,
respeto, comprensión, armonía, responsabilidad,
empatía, y sobre todo amor.
Para que en una familia
existan dichos valores debe de
haber una buena comunicación que
consiste no solo en hablar, sino en saber escuchar, puesto que todos/as somos
iguales pero diferentes y estamos en el deber de respetar las opiniones de los
demás, aunque no se compartan, nosotros como padres y educadores tenemos que
predicar más con el ejemplo, que con las palabras, así y solo así tendremos familias
felices cultivadoras de valores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar la publicación