Es el amor que
sentimos por nosotros mismos y por nosotras mismas, por nuestro cuerpo, por nuestras
capacidades y nuestras habilidades. Es tener conciencia de nuestras
posibilidades y límites. Es sentirnos orgullosos y orgullosas por nosotros/as
mismos/as y aceptarnos tal como somos, es decir, una persona especial única e
irrepetible, capaz de superar y vencer los obstáculos que se nos presenten. Es
cuidarnos, valorando nuestra persona, nuestro cuerpo, es no permitir que nada
ni nadie dañen nuestro cuerpo, nuestra persona o nuestros derechos. Es evitar
riesgos para nuestra salud. Es importante desarrollar la autoestima.
Existen
tres tipos de autoestima que son:
• Autoestima
equilibrada o alta
• Autoestima
baja
• Autoestima
media o relativa
Las
personas con autoestima equilibrada o alta son:
• Positivas
y optimistas
• Se
muestran seguras de sí mismas
• Tranquilos
y serenos
• Emprendedoras
y firmes
Las
personas con autoestima baja son:
• Negativas
y pesimistas
• No
se sienten seguras en muchas situaciones
• Son
tímidas y poco comunicativas
• Dudan
o no emprenden proyectos ni toman decisiones fácilmente
• Son
descuidadas en su apariencia física
• Tienen
un estilo de vida poco saludable
• Están
estancadas y no mejoran
Autoestima equilibrada o alta:
Es el nivel
deseable para que una persona logre sentirse satisfecha en la vida, sea
consciente de sus capacidades y pueda enfrentar los inconvenientes de forma
resolutiva.
Autoestima media o relativa:
Supone cierta
inestabilidad en la percepción de uno mismo o de una misma, si bien en algunos
momentos la persona con autoestima media se siente capaz y valiosa, esa
percepción puede cambiar al lado opuesto, a sentirse totalmente inútil debido a
factores variados, pero especialmente a la opinión de los demás.
Autoestima baja:
Es ineptitud,
incapacidad, inseguridad y fracaso, son los términos que acompañan a una
persona con autoestima baja.
Los problemas de
autoestima se observan en todos los ámbitos de la vida, desde las relaciones
sociales hasta la vida sentimental, pasando por el ámbito laboral. Una
autoestima baja puede llevarnos a un menor rendimiento en el trabajo, a una
inseguridad personal que genere trastornos emocionales o a mantener relaciones
de parejas dependientes y autodestructivas.