Por.
Jomaira Bello Campos
Los tiempos son cada vez más
difíciles, exigentes y demandantes, la modernización deseos de superación de
los padres ha provocado la disminución de la comunicación y lazos afectivos que
se practicaban en casa.
En décadas anteriores el género
femenino era educado en base a tareas del hogar inclinada exactamente a la crianza de los hijos lo que enlazaba
apego y cercanía hacia ellos. En este tiempo más moderno los lazos familiares
se ven afectados por cuestiones de desarrollo profesional laboral, falta de
compromisos, liberalismo, poco tiempo,
separaciones y divorcios, inclinaciones sexuales, falta de valores,
aislamiento, tecnología etc. Que embarga la sed del ser humano por ser cada día mejor , competente y bien
remunerado ; A lo que en su mayoría señalan como una falta de la mujer cuando en
realidad la crianza es responsabilidad de ambos.
La dinámica familiar no es más
que la interacción de los miembros de la
familia que produce comportamientos y síntomas particulares. Cuando hablamos de
dinámica familiar no debemos dejar de lado las prácticas de crianza, tipologías
familiares y el contexto en el que se desarrollan lo que estará estrechamente relacionado
con los resultados.
En ocasiones nos complicamos
tanto al desconocer el término dinámica
que creemos no poder llevar acabo o el típico ¨A mi no me criaron con
tantas monerías ¨ cuando solo el juego
de roles, socialización, cooperación, intercambio, necesidades psicosociales
son sus ejemplos.
La familia es un conjunto de
personas considerado como organismo vivo, unidos por lazos parentales, es este
denominado núcleo de la sociedad. Poseyendo este influyente y determinante rol para la misma, del cual depende su buen curso
o deterioro.
La alarmante cantidad de divorcios, familias
mono parentales, delincuencia, embarazos a destiempo, problemas conductuales,
deserción escolar, detonan una voz de
alerta a centrarnos en hacer posible un sistema familiar funcional.
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