Como las olas al mar

Por: Danitza Rojas Genao 

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La baja tolerancia a la frustración nos está trayendo a la orilla como las olas del mar lo peor de las personas, el lado oscuro que antes todos se esforzaban en ocultar es hoy día el titular de noticieros y encabezado de medios electrónicos.

Se hace inmediato crear una política gubernamental que eduque a toda la población sobre formas efectivas de asumir sus frustraciones ,buscando disminuir significativamente estos actos violentos en los que se vuelcan enojos a través de la violencia, la puerta falsa pero fácil de acceder para los cobardes.

Unos meses atrás el asesinato de Juan De Los Santos, nos dejó estupefactos , y creyendo como sociedad que no recibiríamos una noticia similar sobre un personaje político, recientemente el crimen contra Mateo Aquino Febrillet abre una ventana oscura de atropello en el que el temor a las consecuencias no existe.

Imperioso que la justicia Dominicana recobre su rol castigador de los actos incorrectos, en una sociedad en la que sus miembros saben que cualquier crimen tendrá una salida "fácil", contrario al temor de ser castigados con severas condenas.

Donde quedaron las conversaciones y reflexiones sobre el que hacer cuando se tienen diferencias con otros o el temor de Dios , la incoherencia se hace dueña de quienes encuentran en atacar o exterminar a sus contrarios soluciones a sus dificultades.

Nuestros partidos se han convertidos en espacios comunes en los que hombres y mujeres que desean apoyar a su sociedad desde un cargo, ahí mismo convergen con gentes que no tienen sentido común que acostumbran a solucionar sus diferencias a travez de la violencia.

Levantemos la voz para decir no podemos más con esta violencia intrafamiliar ,social y política que nos ahoga, nos minimiza y quita la paz, pues si esto es a quienes tienen seguridad y armas para ser defendidos que nos queda a los comunes?.

Cada sociedad vive sus ciclos de violencia y de allí sus transformaciones profundas , sin embargo mi sociedad Dominicana ya no aguanta más, requiere que se dejen los intentos e inicien las enmiendas sociales que harán de Republíca Dominicana un país seguro.