Por:
María Cuevas
Mariacuevas2121@gmail.com
Daysi Ruiz
dmruiz1958@hotmail.com
El
divorcio debe ser la última opción por la que debe decidirse la pareja; sobre
todo si hay hijos de por medio. Pero cuando han fracasado todos los intentos y
la relación ha llegado a un nivel de deterioro tal que no hay otra alternativa,
los conyugues deben ser lo suficiente maduros para afrontarlo sin causar más
daño a los hijos y a ellos mismos, de los que ya les causa el drama del
divorcio.
Muchos
padres tienden, luego del divorcio, a adoptar conductas negativas que dañan más
la relación familiar.
Algunas
de estas conductas son:
-Hablar
mal a los hijos, ya sea el padre de la madre o la madre del padre, a veces lo
hacen ambos.
-Muchos
hombres, al divorciarse de la mujer también se divorcian de los hijos,
olvidando su responsabilidad y compromiso con estos.
-Algunas
veces, el padre que queda con la custodia de los hijos (que generalmente es la
madre) tiende a negarle el derecho al otro padre de ver y compartir con sus
hijos.
-Los ex –
esposos, a veces se tratan como enemigos, olvidando que, aunque su relación no
haya funcionado, tienen hijos en común por los que deben velar ambos y tratar
de en la medida de lo posible, tener una buena relación, por el bien de ellos.
Los
padres que lamentablemente tienen que tomar la triste decisión de divorcio,
deben hacerlo procurando causar el menor daño emocional posible a sus hijos,
que no tienen la culpa de los errores cometidos por los adultos y que necesitan
ver que sus padres, a pesar de todo, luchan por ofrecerles lo mejor y mantener
un clima de armonía y dialogo. Esto ayudara a que sea menos traumática para los
hijos la situación del divorcio.
Muy cierto. Además los hijos no tienen porqué pagar las diferencias de los padres, más bien ellos debes sentirse seguros De que aunque sus padres no estén juntos siempre serán sus padres.
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