Por: Angelita Garcia cangelitar4@gmail.com
Catalina Peralta Catalinaperalta01@gmail.com
Entendemos relevante que para hablar de los valores familiares necesariamente hay
que enfatizar en que estos remiten al establecimiento de comportamientos y
actitudes a los que se pone en un lugar de importancia, los mismos son
inculcados por los padres a los hijos a veces de forma explícita y a veces de
forma inconsciente.
La responsabilidad principal de la comunicación de valores en una
familia corresponde a los padres. En este sentido, es importante resaltar que los valores que con mayor facilidad se
inculcan son aquellos que se demuestran con el ejemplo. Por tanto, es necesario
reconocer el alto grado de
responsabilidad, de los padres, puesto que, los menores carecen de herramientas de
análisis como las que posee un adulto.
Por tanto, es preciso recalcar que una
de las funciones de la familia es amar, cuidar, respetar y valorar a cada
miembro de la familia respetando su dignidad, enseñándoles amarse, a convivir
en paz. Desde este punto de vista, se considera que los valores orientan las
buenas acciones, forman las actitudes,
moldean los sentimientos, cualidades de las que cualquier padre se ha de sentir
orgulloso.
Desde esta perspectiva resulta relevante poner en
práctica los valores al interior de la familia ya que la sociedad requiere de un proceso de comunicación a través del cual
cada padre se responsabilice de su rol como tal frente a sus hijos. La
coherencia entre palabras y actos es un factor clave para lograr que los hijos
se desarrollen como personas íntegras, honestas y valiosas. La vida en familia
tendría que estar siempre impregnada de verdad, amor y confianza.
Finalmente,
los valores entre los miembros de
una familia permiten establecer relaciones personales que entrañan afinidad
de sentimientos, amor y afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo.
