Carmen Martínez
Rebeca Mejía
En
la República Dominicana existen diferentes clases de familias que por su
desintegración familiar se refleja en la cultura, en la sociedad.
En ese
sentido se puede decir que la diferente cultura afecta de forma directa al núcleo
familiar. Esto se debe a que los padres tienen diferente formación y no
responden a su rol que debe desempeñar en el núcleo familiar.
Se puede
decir que en el país predomina la familia cordeon. El psicólogo, Psiquiatra
Salvador Minuchin define la familia cordeon como los progenitores permanece
alejado por un laxo prolongado del hogar. Pone como ejemplo más clásico las
familias de militares.
Minuchin
hace referencia a que uno de los conyugues se ausenta el que permanece en el
hogar tiene que asumir funciones de cuidado de los niños.
Las
funciones parentales se concentran en una sola persona durante una parte de
cada siclo. En estos casos es una cristalización posible las familias de un
solo progenitor. El otro conyugue que permanece en el hogar asume funciones
adicionales a expensas de la colaboración entre los miembros de la pareja.
Los niños
pueden obrar en el sentido de promover la separación de los padres y aun de cristalizarlos
en los papeles de padre bueno y madre mala, abandonadora , en una organización
que tienden a expulsar al progenitor periférico.
Esto trae como consecuencia que las niñas y
los niños presentan baja autoestima y un bajo concepto de si mismo por ende un
rendimiento escolar deficiente.
El
psiquiatra recomienda que este tipo de familia acordeon demande terapia cuando
el progenitor viajero cambia de trabajo y se convierte en figura permanente
dentro de la organización familiar. Como en otras situaciones de transición, la
terapia incluirá en esta maniobras no solo reestructuradoras, sino también
educativas
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